Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un https://liviavcua756790.free-blogz.com/85809177/el-mundo-se-paralizó-por-el-cabezazo-de-zidane